Hoy se ha estrenado en más de cuatrocientas salas de cine del archipiélago nipón el último largometraje del aclamado estudio Ghibli, Karigurashi no Arrietty, adaptación de la serie de novelas The Borrowers (Mary Norton, 1952), una de las diez novelas infantiles y juveniles británicas más importantes de los últimos setenta años, la cual no debe confundirse con The Littles (John Peterson, 1967), cuya adaptación animada llego a España bajo el título de Los Diminutos, en cuya producción participó la japonesa TMS Entertainment.
La historia de la novela gira en torno a unas diminutas personas de diez centímetros de altura que viven bajo el suelo de las casas. La joven Arrietty de 14 años y el resto de su familia viven en un tranquilo anonimato mientras construyen su propia casa de objetos que “toman prestados” de los humanos que habitan la casa hasta que un niño humano de doce años que se recupera de una enfermedad descubre a Arrietty. Está adaptación transporta la acción de la Inglaterra de los años cincuenta al Japón actual, para ser exactos a la ciudad de Koganei, lugar que en el que se sitúan los estudios Ghibli y Gainax.
Hayao Miyazaki, que leyó la obra original hace cuarenta años, lleva trabajando en está producción desde el verano de 2008, pero en esta ocasión sólo se ha encargado de escribir el guión junto a Miwa Keiko (Cuentos de Terramar, 2006), recayendo así el puesto de director en los hombros del debutante Yonebayashi «Maro» Hiromasa, quien ha dibujado además el storyboard. Asimismo, y por primera vez en la historia del estudio, la banda sonora no ha sido compuesta por un japonés, si no por la cantante y arpista bretona Cécile Corbel junto a Simon Caby.
Maro entró en Ghibli durante la producción de La Princesa Mononoke (1997), pero no fue hasta El Viaje de Chihiro (2001) que se le dio su primera oportunidad como animador: realizar siete segundos de la escena en que los padres de Chihiro se atiborran de comida. Tras eso trabajó como animador en Ponyo en el Acantilado (2008) y El Castillo Ambulante (2004), como asistente del director de animación de Cuentos de Terramar (2006) y como director de animación en el corto Mei to Konekobasu ( Mei y el Gatobús, 2003), puesto que Hayao Miyazaki quería que Maro ocupase en su próxima película. Tambien ha trabajado en animes como Serial Experiments Lain (1998), Jin-Roh (1999), Mis Vecinos lo Yamada (1999) o Monster (2004).
Karigurashi no Arrietty es una clara apuesta de futuro por parte del estudio Ghibli, el cual no podrá vivir eternamente de Hayao Miyazaki ni de Isao Takahata, pero tampoco es la primera, ni la última, ya que el año que viene habrá otro debut dentro del estudio. Sin contar Arrietty, hasta la fecha hubo cinco intentos: Nicky, la aprendiz de bruja (1989), que originalmente iba a ser dirigida por Sunao Katabuchi; Susurros del Corazón (1995) del difunto Yoshifumi Kondô; Haru en el Reino de los Gatos (2002) de Hiroyuki Morita; El Castillo Ambulante (2004), que iba a estar dirigida por Mamoru Hosoda, quien por desavenencias con el estudio abandonó el proyecto; y Cuentos de Terramar (2006) de Gorô Miyazaki, todo un desesperado intento de preservar el apellido Miyazaki, y que pese a la nula experiencia de Gorô, y la total oposición de su padre, firmó un mejor debut que Isao Takahata con su Hols, el Principe del Sol (1968).
Por ahora parece que han elegido a un buen sucesor de Hayao Miyazaki, al igual que hicieron hace quince años con el difunto Yoshifumi Kondô, ya que está recibiendo bastantes criticas positivas, entre ellas la de Japan Times, además de la alabanza de Miyazaki, quien declaró haber llorado. Aún con todo ya veremos si Maro tiene futuro, sobretodo el día que lance su primer trabajo sin intervención del padre de Totoro.