Bunny Drop cuenta la historia de un soltero de treinta años que, al regresar a casa por el funeral de su abuelo, se encuentra que éste tiene una hija ilegítima de seis años. Al ver que nadie quiere hacerse cargo de Rin al considerarla una vergüenza familiar, Daikichi entrará en cólera y decidirá cuidar de ella a partir de entonces.
Es el slice-of-life perfecto, tiene una historia simple pero a su vez profunda en la que afloran los sentimientos por todos lados, logrando a veces no sólo hacerte llorar de la risa, si no hacerte casi llorar de tristeza y emoción, algo que no sólo se lo debemos a su historia y a la maravillosa narración de la que ha hecho gala hasta el momento, si no también a su preciosa banda sonora.
La interacción entre sus dos protagonista es lo que le da vidilla a la serie, y es que no hay duda alguna de que Rin es un personaje entrañable como pocos. Se comporta como una niña de su edad, incluido su temperamento, algo que demuestra varias veces en el segundo episodio. En dicho capítulo Daikichi comienza, además, a comprender lo duro que es ser padre soltero, algo que ya empieza a afectar a su vida laboral.
Desde luego, con tan sólo dos episodios, esta adaptación del manga homónimo de Yumi Unita que ha creado Production I.G va por el camino correcto para convertirse, no sólo en una de las mejores series de la temporada de verano, si no de todo el año.
muy buena serie