Kamisama Dolls 01-02

Kamisama Dolls está producida por el estudio Brains Base y adapta a la animación el manga del mismo nombre, que aún se encuentra en publicación. Desde su anuncio, y posteriores avances, no esperaba nada de ella, y tras sus dos primeros episodios sigo sin hacerlo, pero al menos han conseguido captar mi atención. Lo malo, es que si sumo que está dirigida por Seiji Kishi (Angel Beats!) con guión de Makoto Uezu (Katanagatari), pues no creo que de aquí salga nada excepcional, simplemente algo pasable y un poquito por encima de la media, aunque en este caso todo depende más bien de como de buena sea la obra original y lo fieles que se mantengan a ella.

 

El primer capítulo empieza fuerte, con lo que parece ser un monstruo mecánico desbocado con tres niños en medio de todo el meollo. Estos son Aki, Utao y Kyohei, quien derrota a esta bestia usando a Kukuri, uno de varios muñecos denominados como Kakashi que su pueblo guarda celosamente en secreto a pesar de que poseen un poder que ni ellos comprenden.

 

Tras un fantástico opening, interpretado por Chiaki Ishikawa, que además pone voz a las cancioncillas que emiten los Kakashi y al ending, damos un salto temporal, con Kyohei como estudiante universitario. Tras una fiesta a la que también ha asistido Hibino, cuyo padre proviene del mismo pueblo que Kyohei, encuentran el cadáver de alguien asesinado brutalmente. Tras hablar con la policía, y dejar a Hibino en la estación del metro, Kyohei regresa a casa, donde se encuentra a Utao, quien ahora controla a Kukuri. En cuanto su hermana le dice que ha venido a la ciudad por que Aki ha escapado, este hace acto de presencia junto a su Kakashi. Por lo que parece, Aki estuvo implicado en un suceso acontecido entre lo mostrado al inicio y la actualidad. Tras una discusión y varias hostias, Utao, que es la que más ha recibido, se deshace de Aki destrozando la casa de su hermano en el proceso. Por ordenes del templo de su pueblo natal, Kyohei acaba viviendo junto a su hermana en casa de Hibino, quien descubre en ese momento la existencia de los Kakashi.

  

El segundo episodio empieza igual que el primero, mostrándonos una escena del pasado. Ésta nos enseña el ritual de enlace entre un Kakashi y un humano, en este caso el de Kukuri con Utao. Durante el resto del capítulo no pasa nada destacable, lo que provoca una considerable perdida de interés que sólo se recupera gracias a que de vez en cuando sueltan algún dato adicional.

 

En el aspecto técnico, excepto por el inicio, no destaca en absoluto. La banda sonora pasa completamente desapercibida y de los efectos sonoros sólo llama la atención las cancioncillas que emiten los Kakashi. Los diseños son los mismos del manga y son, en general, bastante normalitos. Todo esto hace que la serie tenga pinta de barata, que si tenemos en cuenta que son tres las series que ha lanzado Brains Base esta temporada, siendo una de ellas Mawaru Penguindrum y la otra Natsume Yūjin-Chō San, tiene aseguradas todas las papeletas para acabar siendo la menos cuidada de las tres.